¿Por Qué Jesús Dijo 'Dios Mío, por qué me has Abandonado'? El Significado del Salmo 22 en la Cruz

De todas las palabras pronunciadas desde la Cruz, ninguna es tan estremecedora, tan humana y tan desconcertante como el grito de Jesús en la oscuridad del mediodía: "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?". Es una frase que parece contradecir todo lo que sabemos sobre Él, el Hijo amado de Dios.

La pregunta surge de inmediato en el corazón de todo creyente y escéptico por igual: ¿Por qué Jesús dijo 'Padre, porqué me has abandonado'? ¿Acaso el Padre realmente le dio la espalda a su Hijo en el momento de su mayor agonía? ¿Fue un grito de desesperanza, una pérdida de fe en el último momento?

Lejos de ser un grito de derrota, este clamor es una de las afirmaciones más profundas de la misión de Jesús y de su identidad mesiánica. Este artículo explorará las respuestas teológicas a esta pregunta, revelando que estas palabras, lejos de mostrar desesperanza, son la clave que desvela el significado de su sacrificio.


Índice
  1. El Grito en los Evangelios: El Momento y las Palabras
  2. La Clave Maestra para Entender el Grito: Jesús Estaba Rezando el Salmo 22
    1. ¿Qué es el Salmo 22?
  3. El Significado Teológico: Tres Capas de Profundidad
    1. 1. Identificación Plena con la Humanidad Pecadora
    2. 2. La Expresión de un Sufrimiento Humano Real
    3. 3. Una Proclamación Mesiánica desde la Cruz
    4. Preguntas Frecuentes sobre el Grito de Jesús en la Cruz

El Grito en los Evangelios: El Momento y las Palabras

Este clamor, la cuarta de las Siete Palabras, es registrado por dos de los evangelistas:

  • Mateo 27:46: "Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
  • Marcos 15:34: "Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"

Ambos evangelistas se toman la molestia de registrar las palabras en su idioma original, el arameo, antes de traducirlas, subrayando la importancia y la autenticidad histórica de este grito.

La Clave Maestra para Entender el Grito: Jesús Estaba Rezando el Salmo 22

La respuesta más importante a la pregunta de por qué Jesús dijo estas palabras es que Él no estaba inventando una frase en ese momento; estaba rezando el inicio del Salmo 22.

En la cultura judía, era común referirse a un salmo completo citando su primera línea. Cuando un judío piadoso escuchaba "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?", no oía solo una frase de desesperación, sino que su mente inmediatamente traía a la memoria todo el contenido de ese conocido salmo.

¿Qué es el Salmo 22?

El Salmo 22 es un salmo profético del Rey David. Comienza con una descripción desgarradora del sufrimiento y el abandono de un justo, pero, de manera crucial, termina con una declaración de fe inquebrantable, una visión de la victoria final de Dios y la alabanza de todas las naciones.

Al citar el inicio, Jesús estaba haciendo varias cosas a la vez:

  1. Expresando su agonía a través de las palabras inspiradas de la Escritura.
  2. Identificándose a sí mismo como el justo sufriente del que habla el salmo.
  3. Invocando el salmo completo, incluyendo su final triunfante, proclamando así su confianza en la victoria final de su Padre, más allá del sufrimiento presente.

El Significado Teológico: Tres Capas de Profundidad

La razón de porqué Jesucristo dijo Padre porqué me has abandonado se puede entender en tres niveles complementarios.

1. Identificación Plena con la Humanidad Pecadora

En la cruz, Jesús no murió por sus propios pecados, pues no tenía ninguno. Murió por los nuestros. San Pablo lo explica de esta manera: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado" (2 Corintios 5:21). La consecuencia última del pecado es la separación de Dios, una sensación de abandono.

En ese momento, Jesús, en su perfecta naturaleza humana, experimentó voluntariamente la profundidad de esa separación que nosotros merecíamos. No fue que el Padre lo odiara o lo rechazara, sino que el Hijo experimentó en su alma la angustia existencial del pecado de toda la humanidad. Se sumergió en nuestro abismo para rescatarnos de él.

2. La Expresión de un Sufrimiento Humano Real

No debemos espiritualizar tanto este grito que le quitemos su terrible realidad. Jesús era humano. Su clamor es también la expresión genuina de un dolor físico, emocional y espiritual insondable. La fe cristiana no minimiza la Pasión. Fue un grito real, de un hombre real, en una agonía real. Al hacerlo, santificó todos nuestros futuros gritos de angustia y nos aseguró que Él entiende nuestro dolor más profundo.

3. Una Proclamación Mesiánica desde la Cruz

Incluso en su momento más bajo, Jesús seguía siendo el Maestro. Al rezar en voz alta el Salmo 22, un salmo reconocido como mesiánico, estaba enseñando una última lección a quienes estaban al pie de la cruz. Les estaba diciendo, en efecto: "Abrid vuestras Escrituras. Lo que estáis viendo ahora —la burla, la sed, la perforación de mis manos y mis pies, el reparto de mis ropas— todo esto fue profetizado. Yo soy Aquel de quien habla el salmo. Este no es un fracaso, es un cumplimiento".

Preguntas Frecuentes sobre el Grito de Jesús en la Cruz

1. En resumen, ¿por qué Jesús dijo "Dios mío, por qué me has abandonado"?

Jesús dijo esas palabras por tres razones principales que se complementan: 1) Estaba rezando el Salmo 22, que comienza con ese lamento pero termina en una declaración de victoria, identificándose así como el Mesías sufriente pero triunfante. 2) Estaba experimentando en su humanidad la profunda angustia de la separación de Dios que es la consecuencia del pecado que Él cargaba por nosotros. 3) Estaba expresando un dolor humano real, santificando nuestros propios momentos de desolación.

2. ¿Entonces el Padre realmente abandonó a Jesús en la cruz?

No. La unión entre las Personas de la Santísima Trinidad es eterna e inseparable. Teológicamente, la Persona divina de Jesús nunca fue abandonada por el Padre. Fue su naturaleza humana la que experimentó el sentimiento y las consecuencias del abandono que el pecado del mundo provoca, precisamente para redimir esa experiencia humana.

3. ¿En qué parte de la Biblia se encuentra esta frase?

El grito de Jesús en la cruz se encuentra en dos de los Evangelios: Mateo 27:46 y Marcos 15:34. La oración original que Jesús estaba citando se encuentra en el Salmo 22.

4. ¿Por qué Lucas y Juan no incluyen esta frase en sus Evangelios?

Los cuatro evangelistas escriben desde perspectivas teológicas complementarias. Mateo y Marcos se enfocan en la humanidad sufriente de Jesús y su rol como el Mesías davídico profetizado. Lucas se enfoca en su misericordia y perdón ("Padre, perdónalos"). Juan, por su parte, resalta la soberanía y la gloria de Jesús, incluso en la cruz, por lo que registra palabras de control y cumplimiento, como "Tengo sed" (para cumplir la Escritura) y "Todo está consumado". Juntos nos dan una visión completa del misterio.

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