El Credo Niceno-Constantinopolitano: La Oración Completa y su Explicación

Cada domingo, en la Santa Misa, millones de fieles en todo el mundo se ponen de pie para profesar su fe con una oración de una riqueza teológica y una precisión histórica extraordinarias: el Credo Niceno-Constantinopolitano. Conocido comúnmente como el Credo Niceno o Credo de Nicea, este texto es mucho más que una simple oración; es el "Símbolo de la Fe", la declaración doctrinal más importante de la cristiandad, forjada en el crisol de las mayores batallas teológicas de la Iglesia primitiva.
Este credo es la respuesta contundente a la pregunta fundamental: "¿Quién es Jesucristo?". Pero, ¿cuál es su historia? ¿Por qué fue necesario escribirlo? ¿Y qué significa cada una de sus afirmaciones?
Este artículo es una guía completa que te ofrecerá el texto de el credo de nicea en español, explorará su dramática historia y te dará el credo explicado frase por frase para que puedas rezarlo con una comprensión más profunda.
El Credo Niceno-Constantinopolitano: Oración Completa
Esta es la versión que se reza en la liturgia de la Misa dominical.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho. Que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
La Historia del Credo: Forjado en la Lucha por la Verdad
El Credo Niceno no nació en un vacío, sino como una respuesta directa a una de las herejías más peligrosas que amenazó a la Iglesia primitiva: el arrianismo.
El Concilio de Nicea (325 d.C.) y la Herejía Arriana
En el siglo IV, un sacerdote de Alejandría llamado Arrio comenzó a enseñar que Jesús, el Hijo, no era eternamente Dios. Sostenía que era una criatura, la primera y más perfecta creación de Dios, pero no Dios en el mismo sentido que el Padre. Su lema era: "Hubo un tiempo en que el Hijo no existió".
Esta idea se extendió como la pólvora, amenazando con dividir el Imperio y la Iglesia. Para resolver la crisis, el emperador Constantino convocó el Primer Concilio Ecuménico en la ciudad de Nicea. Allí, los obispos, liderados por figuras como San Atanasio, defendieron la plena divinidad de Cristo. Para que no quedara ninguna duda, introdujeron una palabra griega, no bíblica pero teológicamente precisa, en el credo: homoousios, que se traduce como "consustancial" o "de la misma naturaleza". Esta palabra afirmaba que el Hijo es Dios en exactamente el mismo grado que el Padre.
El Concilio de Constantinopla (381 d.C.)
Décadas después, surgió una nueva herejía que negaba la divinidad del Espíritu Santo. Para combatirla, se convocó otro concilio en Constantinopla. Este concilio reafirmó el Credo de Nicea y expandió la sección sobre el Espíritu Santo, afirmando que es "Señor y dador de vida... que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria". Por esta razón, el nombre completo y correcto del credo que rezamos hoy es Credo Niceno-Constantinopolitano.
Análisis del Credo Explicado Frase por Frase
- "Creo en un solo Dios...": Afirma el monoteísmo fundamental del cristianismo.
- "Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre...": Esta acumulación de frases es el corazón del credo y un ataque directo al arrianismo. Afirma que Jesús no es un dios "menor" o una imitación, sino que es plenamente Dios, compartiendo la misma esencia divina del Padre. La distinción "engendrado, no creado" es clave: un carpintero crea una mesa (algo de naturaleza diferente a él), pero un padre engendra un hijo (algo de la misma naturaleza).
- "Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre": Afirma el misterio de la Encarnación. El Hijo eterno de Dios asumió una naturaleza humana completa sin dejar de ser Dios.
- "Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida... que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria": Esta sección, expandida en el Credo de Constantinopla, afirma sin ambigüedad la plena divinidad del Espíritu Santo, colocándolo al mismo nivel de adoración que el Padre y el Hijo.
- "Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica": Proclama las Cuatro Notas o Marcas de la verdadera Iglesia fundada por Cristo.
Credo Niceno vs. Credo de los Apóstoles: ¿Cuál es la Diferencia?
- Origen y Propósito: El Credo de los Apóstoles es más antiguo y corto, probablemente originado como una declaración de fe bautismal en Roma. El Credo Niceno es un credo conciliar, diseñado específicamente para ser una "prueba de fuego" teológica contra la herejía.
- Lenguaje: El Credo de los Apóstoles usa un lenguaje sencillo y bíblico. El Credo Niceno incorpora términos teológicos y filosóficos precisos (como "consustancial") para no dejar lugar a interpretaciones erróneas.
- Uso Litúrgico: En la Misa dominical y en las solemnidades, se reza el Credo Niceno por su mayor riqueza y precisión teológica. El Credo de los Apóstoles se usa a menudo en oraciones como el Santo Rosario y en las liturgias bautismales.
Preguntas Frecuentes sobre el Credo de Nicea
1. ¿Por qué se reza el Credo Niceno en la Misa dominical en lugar del Credo de los Apóstoles?
Debido a su mayor precisión teológica y su estatus como el Símbolo de la Fe de los primeros grandes Concilios Ecuménicos, la Iglesia considera que el Credo Niceno-Constantinopolitano es la expresión más completa y solemne de la fe para ser proclamada por la comunidad en la liturgia dominical.
2. ¿Qué significa exactamente "consustancial" o "de la misma naturaleza"?
Es la traducción del término griego clave homoousios. Significa que el Hijo comparte la misma y única sustancia o esencia divina que el Padre. No es una criatura, ni un dios inferior, ni de una sustancia "similar", sino que es plena y totalmente Dios, igual al Padre en todo, excepto en que es Hijo y no Padre.
3. ¿Cuál es el "credo de nicea original"?
El credo de nicea original, tal como fue promulgado por los Concilios de Nicea y Constantinopla, fue escrito en griego. El texto que rezamos en español es una traducción de la versión oficial en latín que utiliza la Iglesia Católica Romana para su liturgia.
4. ¿Este credo lo rezan solo los católicos?
No. El Credo Niceno-Constantinopolitano es una de las expresiones de fe más ecuménicas y unificadoras. Es aceptado y proclamado como la declaración fundamental de la fe ortodoxa por la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Comunión Anglicana, la Iglesia Luterana y la mayoría de las principales denominaciones protestantes históricas.
5. ¿Dónde puedo encontrar un "credo explicado en PDF"?
El recurso más completo y autorizado que ofrece el credo explicado es el Catecismo de la Iglesia Católica. La primera parte del Catecismo es una extensa explicación, frase por frase, del Credo. El Catecismo está ampliamente disponible en formato PDF de forma gratuita en el sitio web del Vaticano y en muchos otros recursos católicos.
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